William Miranda Marín y el Modelo de la Ciudad Cultural

Vale la pena que el fallecimiento de William Miranda Marín sirva para resaltar uno de los principales aciertos de su administración.  Se trata de la cultura como un pilar de su visión de futuro para Caguas y Puerto Rico.  Su gestión creó un modelo de Cuidad Cultural cuyo seguimiento deberá ser una obligación para todo aquel que aspire a ocupar su cargo. La planificación fue la primera gran virtud de su administración.  Dejó atrás el gobernar a través de presupuestos anteriores para hacerlo a partir de metas y objetivos que sustentaran su misión: pensar en la cultura como un eje central del desarrollo y no como una simple área de la administración pública.  Recurrió a la participación ciudadana como mecanismo para fortalecer la planificación y el sentido de pertenencia en las comunidades.  Entendió la importancia de generar capital cultural a través del acceso a la creación y gestión como alternativa para combatir la desigualdad social.

Para alcanzar la llamada Ciudad Habitable, Willie promovió las interacciones necesarias entre el urbanismo, la preservación y desarrollo del patrimonio natural y cultural y un mayor acceso a las artes en todas sus manifestaciones.  Proyectos de revitalización en el casco urbano, el Centro de Bellas Artes y el Paseo de las Artes, demostraron que se puede fomentar actividad económica sin sacrificar el valor cultural de la Ciudad.  Por cierto, hemos visto como los comerciantes del área han autogestionado actividades culturales recurrentes, maximizando el beneficio de estos espacios públicos.  El desarrollo de una red de museos que honra tradiciones, artes populares e ilustres puertorriqueños y el Jardín Botánico y Cultural, sirven como evidencia de la importancia de fortalecer la identidad nacional y asegurar que futuras generaciones puedan disfrutar de estas riquezas.

Las artes también fueron una prioridad de su administración.  Múltiples festivales gestionados por las propias comunidades, en los cuales siempre estuvo presente, y una oferta cultural variada, tanto local como internacional, dieron la oportunidad a la población de disfrutar de eventos de alto nivel y libres de costo.  El pasado año, propicio un foro sobre industrias creativas, por lo que su administración también estaba al tanto de la importancia de las artes en el desarrollo económico.

William Miranda Marín siempre estuvo muy consciente de la responsabilidad de construir y fortalecer una identidad nacional a través de la actividad cultural.  También sabía que esto mejoraba la calidad de vida, un requisito indispensable para el desarrollo económico y social del país.  Su legado es a su vez una obligación para quienes le sucedan.  No continuarlo supondría retroceder años de esfuerzo y acertada política pública.

Por: Javier J. Hernández Acosta

Publicado en El Nuevo Día bajo el título: Idea de Ciudad Cultural

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http://dialogodigital.com/es/cultura-hoy/2010/06/willie-modelo-ciudad-cultural